Tratamiento para la Legionella

El Tratamiento para la Legionella

El tratamiento para Legionella incluye métodos químicos, térmicos y físicos para eliminar la bacteria de los sistemas de agua. El uso de biocidas como el cloro es común, aunque requiere una aplicación controlada para ser eficaz. Además, elevar la temperatura del agua a más de 60 °C ayuda a destruir la bacteria. Métodos no químicos, como la radiación UV y la filtración, también son efectivos. Contratar profesionales es esencial para garantizar la correcta implementación y seguimiento de estos tratamientos.

 

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Causas y Factores de Riesgo

La proliferación de la Legionella está influenciada por diversos factores que crean el ambiente ideal para su crecimiento. Los sistemas de agua que no reciben un mantenimiento adecuado, las temperaturas que favorecen el desarrollo de la bacteria y la acumulación de sedimentos son las principales causas de este problema. Es importante tener en cuenta estos factores para implementar un eficaz control de legionella y asegurar que las medidas de tratamiento de legionella sean efectivas. Un control regular de estos aspectos puede reducir significativamente los riesgos.

 

Algunas de las principales causas de la proliferación son:

 

  • Temperaturas inadecuadas: La Legionella se reproduce más rápidamente entre los 20 °C y 45 °C, por lo que es crucial entender a qué temperatura muere la legionella para tomar las medidas necesarias.
  • Mantenimiento deficiente de los sistemas de agua: Sin una limpieza adecuada, se crean depósitos y sedimentos que proporcionan un entorno propicio para la bacteria. Implementar un buen tratamiento de legionella en el agua es esencial para prevenir su expansión.
  • Uso de productos químicos ineficaces: Aunque muchos creen que el cloro mata la legionella, es necesario usarlo de manera correcta y constante para asegurar un control eficaz.

 

Estos factores de riesgo son fundamentales a la hora de definir un tratamiento para la legionella y asegurar que los sistemas de agua sean seguros.

Tratamiento Químico

El uso de productos químicos es una de las soluciones más comunes y efectivas para el tratamiento de la legionella. Los biocidas, como el cloro, juegan un papel fundamental en la desinfección de los sistemas de agua y en la reducción de la proliferación de la bacteria. Aunque muchos se preguntan si el cloro mata la legionella, la respuesta es sí, pero es importante utilizar la dosis adecuada y asegurar un contacto prolongado con el agua para garantizar la eliminación completa de la bacteria.

 

El tratamiento de legionella en el agua con productos químicos debe ser aplicado de manera controlada y siguiendo regulaciones estrictas para evitar la resistencia bacteriana o la ineficacia del tratamiento. Además de cloro, otros biocidas como el dióxido de cloro y los compuestos de cobre y plata también se utilizan en el control de legionella, proporcionando una alternativa eficaz en ciertos sistemas de agua.

 

La clave del éxito de este tratamiento radica en monitorear continuamente la calidad del agua y mantener un equilibrio adecuado en la dosificación de los químicos para asegurar que se mantenga el ambiente inhóspito para la bacteria. Asegurar una estrategia correcta y consistente es esencial para erradicar la Legionella y evitar su propagación.


Tratamiento Térmico

El tratamiento térmico es otro método eficaz para el control de legionella. Este procedimiento consiste en elevar la temperatura del agua a niveles en los que la bacteria no puede sobrevivir. Es importante saber a qué temperatura muere la legionella, ya que esta información es clave para aplicar este método correctamente.

 

La Legionella comienza a morir a temperaturas superiores a los 50 °C, pero para asegurar su completa eliminación, se recomienda que el agua alcance al menos los 60 °C. Esta técnica es particularmente útil en sistemas de agua caliente, donde se puede mantener una temperatura constante. Sin embargo, es crucial implementar medidas de seguridad para evitar riesgos de quemaduras o daños en los equipos.


El tratamiento de la legionella mediante calor se suele utilizar como medida de choque o desinfección puntual en casos de brotes, ya que elevar la temperatura de manera continua puede ser costoso y no siempre viable. Sin embargo, es muy efectivo en sistemas de grandes edificaciones o torres de refrigeración donde otros métodos podrían fallar.

 

Métodos Físicos de Control

Los métodos físicos de control son alternativas no químicas que se utilizan en diversos sistemas de agua para el control de legionella. Estas soluciones son ideales en casos donde el uso de productos químicos no es viable o se buscan alternativas adicionales al tratamiento de la legionella en el agua. Entre las opciones más destacadas se encuentran la filtración, la radiación ultravioleta (UV) y otros mecanismos de desinfección avanzados.

 

  • Filtración de agua: Este método utiliza filtros especializados para eliminar partículas, sedimentos y, en algunos casos, la propia bacteria Legionella. Los filtros de membrana o de microfiltración son efectivos para retener a la bacteria, evitando su proliferación.
  • Radiación ultravioleta (UV): La radiación UV es un método no químico que inactiva a la Legionella al destruir su material genético. Aunque no elimina la bacteria del agua, impide su reproducción, lo que ayuda a reducir el riesgo de brotes en sistemas industriales y comerciales. Es una excelente opción como complemento a otros métodos de tratamiento de legionella.
  • Ozonización y otros sistemas de oxidación avanzada: La ozonización es una técnica que utiliza el ozono para oxidar y destruir la Legionella. Aunque menos común que otros métodos, es una alternativa eficaz para ciertos entornos donde se requiere un control constante.

 

Estos métodos físicos de control, combinados con el conocimiento de a qué temperatura muere la legionella y con otros sistemas como el químico, ofrecen una estrategia robusta para evitar la proliferación de la bacteria en diferentes contextos.

 

¿Por Qué es Importante Contratar a Profesionales?

El control de legionella y su prevención requieren conocimientos especializados y técnicas precisas para asegurar que los sistemas de agua se mantengan seguros y libres de la bacteria. Aunque existen diversas soluciones para el tratamiento de la legionella, como métodos químicos, térmicos y físicos, la efectividad de estos tratamientos depende en gran medida de su correcta aplicación. Es aquí donde la contratación de profesionales se vuelve esencial.

 

Los servicios profesionales de control de plagas y desinfección cuentan con las herramientas y la experiencia necesaria para garantizar que los sistemas de agua sean monitoreados y tratados de manera efectiva. Además, los expertos saben a qué temperatura muere la legionella y cómo combinar los diferentes métodos de control, como el uso de cloro, que debe ser manejado adecuadamente ya que no siempre el cloro mata la legionella si no se dosifica correctamente.

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Preguntas Frecuentes Sobre Tratamiento para Legionella

¿Cómo se elimina la bacteria Legionella?
La Legionella se elimina mediante la desinfección y mantenimiento adecuado de los sistemas de agua y aire acondicionado, usando biocidas y controlando la temperatura del agua.

¿Cómo se trata la legionella?
La infección por Legionella se trata con antibióticos y atención médica especializada. Es importante consultar a un profesional de la salud.

¿Qué antibiótico se utiliza para la legionella?
Los antibióticos más comunes son la azitromicina y la levofloxacina, entre otros prescritos por un médico.

¿Cuánto tarda en curarse la Legionella?
El tiempo de recuperación varía, pero generalmente mejora en una a dos semanas con el tratamiento adecuado.


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